sábado, 12 de julio de 2008

El revisionismo neofranquista (3): Moa al descubierto

En otro post, meses atrás, quedó Pío Moa con la palabra en la boca, después de que Enrique Moradiellos le arrojara el guante del debate, en mayo de 2003, en las páginas virtuales de El Catoblepas. ¿Sería Moa capaz de demostrar, con documentos, una de las ideas defendidas en sus obras sobre la GCE, a saber: que la ayuda militar extranjera durante la Guerra fue de cantidad y calidad similar para ambos bandos y que dicha intervención no afectó de manera sustancial al resultado final de la Guerra? Moradiellos le había rebatido esta idea con documentos de archivos de España y del extranjero que apuntaban justo en la dirección contraria y ahí nos quedamos, esperando su respuesta.

Responde Moa, un mes después, en la misma revista digital sosteniendo, en primer lugar, que el asunto de qué bando recibió más y mejor ayuda militar es secundario "en un debate serio en torno a la guerra civil" y que no debería distraer del verdadero asunto a discutir que sería cómo y cuanto influyó la ayuda extranjera a cada bando. Moa se responde enseguida: la ayuda germano-italiana no conllevó ninguna obediencia de Franco a Hitler; en cambio, la ayuda soviética sometió al Frente Popular (que más bien se entregó voluntariamente) a las directrices de Stalin. Los planes del dictador soviético habrían sido la instauración de un satélite bolchevique en España para socavar los regímenes democráticos de Europa occidental.

Por tanto la esperanza de una discusión historiográfica científica en base a fuentes documentales fiables se deshincha desde el primer momento. Dice Moa:
Sostengo que, en términos militares, la intervención se equilibró más o menos. (…) Pero no entraré ahora en ese debate, insisto en que secundario una vez clarificada la primera tesis [la influencia de Stalin]. Admitiré en principio que mi crítico [Moradiellos] pueda tener razón en algunos de los datos parciales que maneja, pero sigo inclinado a creer en un equilibrio básico, incluso con ligera supremacía de los suministros recibidos por las izquierdas.
"Una visión neostalinista de la Guerra Civil", El Catoblepas, 16 (junio 2003).
Moa escapa de una discusión que Moradiellos trataba de acotar metodológicamente: medir la cantidad y calidad de ayuda militar recibida por cada bando y, en base a ello, determinar su influencia sobre el resultado final de la Guerra. Moa, al no poseer fuentes que rebatiesen a Moradiellos liquida la discusión invocando opiniones personales sin más fundamento que su creencia personal, ese "pero sigo inclinado a creer" que viene a decir que su prejuicio es a prueba de toda evidencia en contra. Lo más curioso del asunto es que uno de los eslóganes publicitarios que más ha utilizado Moa para la venta de sus libros es que ha utilizado fuentes de archivos nunca descubiertas o despreciadas por los otros historiadores "marxistas". En este caso, nos privo de ellas.

Unos meses después, Moa lo resume de la siguiente manera:
Creo que Moradiellos puede tener razón en algunas de las críticas que me hace sobre fechas y volumen de la intervención exterior, si bien esos datos siguen sujetos a revisión. Pero, como creo haber demostrado, falla en lo fundamental, es decir, en el carácter cualitativamente distinto de la intervención soviética y de la germano-italiana. Stalin satelizó al Frente Popular, mientras que el apoyo de las potencias fascistas no privó a Franco de su independencia. Este es el punto clave de la intervención exterior (…).
"Errores en Los mitos de la Guerra Civil", Libertad Digital, 9 enero 2004
¿Parece que vaya admitiendo que sí que fuese posible que Franco recibiera más ayuda militar de Hitler y Mussolini con respecto a la que recibió la Republica de la URSS?. En todo caso Moa sigue afirmando que ello sería irrelevante en el desarrollo y desenlace de la Guerra.
Él [Moradiellos] planteó su crítica en torno a las cifras de las intervenciones soviética, alemana e italiana, negando mi aseveración de que fueron más o menos equivalentes, y pretendiendo que la mayor aportación germanoitaliana habría decidido la guerra. Como le indiqué, la cuestión de las cifras, aun si interesante, no es fundamental, y su fuente principal, el libro de Howson, resulta muy poco fiable.
"Los casos de Moradiellos y Viñas", Libertad Digital, 1 enero 2007
Hace tan sólo un par de meses volvió a la carga sobre este asunto (sobre el que debe de alimentar alguna mala conciencia) y firmó su opinión final al respecto:
La cantidad de material y de tropas nunca determina el resultado de una guerra o de una batalla. Han sido frecuentes las guerras ganadas en inferioridad material.
"Un debate pueril", Libertad Digital, 14 marzo 2008.
En resumen:
  1. Primero afirmó que la ayuda militar recibida por el Frente Popular fue de mayor cantidad y calidad que la que recibieron los franquistas. Ello ensalzaría la victoria de Franco, enfrentado a un enemigo superior, y hunde aún más a la República, dilapidadora de las riquezas de España, malgastadora de su ventaja militar.
  2. Más tarde, después de que Moradiellos le hubiese mostrado la prueba contraria que enseñan los archivos, Moa pasa a defenderse argumentando que la supremacía militar no es algo decisivo en el desenlace de una guerra (esta idea no merece mayor comentario que una simple revisión a los resultados de la intervención alemana en la GCE y el significado de la supremacia aerea en la guerra moderna).
En realidad en la idea de Moa se esconde una burda manipulación propagandística, una falacia sin más: quiere hacer creer a su lector que el bando que gana una guerra es el más virtuoso y por tanto es el poseedor de la Razón y el defensor de la Justicia. En el caso de la GCE, para Moa ambos ejércitos simbolizan dos ideas políticas del Estado: el Franquismo es interpretado como un intento honesto de reconstruir el desastre nacional provocado por la República y su revolución estalinista. Al denigrar Moa la capacidad militar del bando republicano y achacar su derrota no a su inferioridad bélica sino a su propia incompetencia, no hace sino simbolizar en su derrota, la justa derrota de la Izquierda como ideología frente a la superioridad natural de la Derecha.

Con respecto a la influencia de Stalin sobre el Frente Popular, Moradiellos replica de nuevo en El Catoblepas (a Moa y a otros habituales de esta revista a los que habrá oportunidad de citar en otro post) que la URSS nunca consiguió imponer sus dictados al gobierno de la República (aunque sí penetrara por completo al PCE y, por ello, a los mandos policiales y militares adscritos al partido) y que su influencia sólo creció significativamente a lo largo de 1938 cuanto más se alejaban las potencias democráticas de la República. Cita para ello a Viñas, Sarda, Martín Aceña o Varela Ortega así como los documentos citados por el historiador norteamericano Ronald Radosh en su obra España traicionada, Barcelona, 2002.

Sin embargo parece esfuerzo vano ya que en la siguiente respuesta Moa, abundando en descalificaciones (burlonamente llama a Moradiellos "el ilustre profesor" y lo acusa de "retórica barroca" y de "divagaciones, nimiedades, justificaciones innecesarias", etc) opone como criterio de autoridad para respaldar sus ideas que "para cualquier persona algo enterada de las circunstancias no puede admitir la menor duda el predominio soviético en España".

Moa, por tanto no está dispuesto a discutir en el terreno de la historiografía basada en fuentes documentales, en información y datos escritos contrastables y discutibles con criterio. Moa pretende llevar siempre la discusión únicamente a los terrenos ambiguos de la discusión política, donde cree poder demostrar la máxima que anima toda su producción bibliográfica: que la Izquierda es una ideología maligna y que la Historia de la 2ª República y la GCE lo demuestra.

Que la política de izquierdas sea una ideología maligna o no, no debería ofuscar el espíritu crítico de ningún historiador que investigue sobre ella. El deber de objetividad debe estar por encima de cualquier prejuicio personal. A no ser que nuestro objetivo no sea escribir historia, sino hacer propaganda.

Del último libro de Alberto Reig Tapia, Revisionismo y Política: Pío Moa revisitado (Madrid, 2008) extraigo esta cita que explica este afán de propaganda entre determinados lectores:
Determinada gente no busca la verdad (verdades) sino a aquel o a aquellos que mejor defiendan sus previas tomas de postura que, naturalmente, jamás "revisan".

miércoles, 9 de julio de 2008

La Rehabilitación de Negrín

"A Negrín le ha perseguido, básicamente, una mitografía alimentada por la propaganda del franquismo. Ésta le presentó como el enemigo por antonomasia en razón de su perversidad intrínseca, su deseo de vender la patria a Moscú y su voluntad de oponerse a la invencible razón de la España nacional".

(...)

"Sustituir el mito por el dato y los "inventos" por la evidencia es la tarea natural del historiador. El cruce sistemático de fuentes primarias de procedencia republicana, socialista, comunista, alemana, británica, italiana y soviética, amén del análisis de una memorialística de combate y de cruzada, me permiten afirmar que la interpretación sobre Negrín propagada por franquistas, prietistas, llopistas, anarquistas, poumistas, conservadores y guerreros de la guerra fría es objetable gracias a las bases documentales preservadas en archivos que guardan en igual medida tanto sorpresas como serpientes venenosas".

(...)

"Fue el hombre de Moscú. Falso. Negrín diseñó una estrategia que contó al principio con un amplio consenso pero que fue rompiéndose poco a poco. Hubo de jugar con unos y con otros hasta descansar en los comunistas y en un sector socialista. Azaña, algunos republicanos burgueses, el PNV y ERC le aislaron mientras asestaban puñaladas traperas en Londres y París a la credibilidad de la resistencia. La idea de que Negrín fue un juguete de los comunistas es una construcción ideológica".

"Prolongó la guerra inútilmente. Falso. Contaba con informaciones de que los franceses ayudarían. Bajo Daladier, se esquivaron (como ya habían hecho bajo el primer Gobierno de Blum). Stalin sí ayudó pero cuando reanudó los suministros (que había mantenido a niveles muy bajos durante todo un año) fue demasiado tarde".

(...)


Ángel Viñas, ayer en El Pais, con respecto a la rehabilitación del último Presidente de Gobierno (marzo 1937- marzo 1939) de la Segunda República en España (vía Tiempo de Historia). La exposición virtual, aquí.

domingo, 6 de julio de 2008

El archivo de la Spanish Refugee Aid ya disponible.

En el Boletin nº 19 de la Asociación Para el Estudio de los Exilios y Migraciones Ibéricos Contemporáneos (AEMIC) aparece la noticia de que ya está disponible en la biblioteca Tamiment de la Universidad de Nueva York (NYU), el fondo documental de la Spanish Refugee Aid, la organización fundada en 1953 por la norteamericana Nancy Macdonald.

Durante más de cincuenta años, Macdonald y sus asistentes trabajaron con refugiados españoles en Francia, suministrándoles ayuda económica, material, social y psicológica. Entre otra documentación contiene las fichas biográficas (case files), a veces muy detalladas y cubriendo varias décadas, de más de seis mil refugiados. También hay correspondencia, fotos, etc.

Es posible consultar en línea el inventario del fondo, con los nombres de todos los refugiados.

Manuel Albar y El Socialista

Julian Moyano, escribe en la lista de correo ARXIFORUM acerca de la creación del Centro de la Memoria Manuel Albar, "un lugar destinado a difundir la cultura relacionada con el mundo del trabajo, la historia social, el sindicalismo y el movimiento obrero en Aragón". El sitio, desarrollado con el software libre Greenstone, posee tres secciones principales: hemeroteca, archivo y biblioteca. El Archivo recoge, de momento, una pequeña parte de la documentación de la "Sección Histórica" del Archivo de la Fundación Bernardo Aladrén (correspondencia, pasquines, actas, escritos, etc.).

Manuel Albar (Zaragoza, 1900 - Ciudad de México, 1955) fue una de las principales figuras del socialismo aragonés durante los años de la República y la GCE. Tipógrafo como Pablo Iglesias, llegará a ser diputado por Zaragoza y secretario general del PSOE de Madrid entre 1931 y 1932. Igualmente, llegará a dirigir el El Socialista, el principal órgano de difusión del Partido desde 1886. Todos los ejemplares de este periódico están digitalizados y disponibles para su consulta en la web de la Fundación Pablo Iglesias (este pantallazo enseña como).

viernes, 4 de julio de 2008

El archivo de Franco

LA FUNDACIÓN NACIONAL FRANCISCO FRANCO

Dos años después de la muerte de Franco, sus familiares crearon la Fundación Nacional Francisco Franco (FNFF) con el propósito, entre otros, de "difundir el pensamiento de Francisco Franco" y "contribuir a la proyección de su ideario sobre el futuro de la vida española". Uno de los medios empleados para alcanzar tales fines sería colocar a disposición de la investigación histórica el archivo personal que el Dictador había legado tras su muerte.

Esto, al menos, en la teoría.

En primer lugar, este archivo (que la propia Fundación cifra aproximadamente en 30.000 documentos) no puede considerarse estrictamente un archivo personal ya que sólo una pequeña cantidad de documentos se refieren a la esfera familiar e íntima de Franco. La mayor parte se deben a su actividad pública como jefe del Estado o del Gobierno (por esta ocasión me saltaré el debate sobre si unos documentos de carácter público producidos en el ámbito de la Administración General del Estado pueden acabar en manos de una persona o entidad privada sólo porque la autoridad de turno que los firmaba creyó que eran suyos, se los llevó a su casa y acabó legándolos a sus herederos)...

En segundo lugar, hasta hoy, la consulta de estos documentos nunca ha sido libre del todo. Los descendientes de Franco se han reservado el "derecho de admisión" al archivo abriéndolo arbitrariamente a determinados investigadores asegurándose antes de que su tema de estudio si no ensalzaba, al menos no criticara abiertamente la figura del Dictador. El caso más conocido es el del medievalista Luis Suárez Fernández que pudo acceder al Archivo para preparar su obra Francisco Franco y su tiempo, tal como relata Javier Tusell en su artículo "El secreto de los papeles del general" publicado en el Especial de El País "Aquella remota dictadura: 25 años de la muerte de Franco". Otros muchos, debieron desistir de ello, como es el caso del periodista Andreu Mayayo, explicado en un artículo de la Voz de Asturias en 2002. Paul Preston declaraba en 2002 que "No he hecho ningún intento de acudir a la Fundación porque por muchas vías indirectas sabía que no iba a ser bien recibido". Hasta hoy, la bibliografia más destacable sobre este archivo la constiyuye (además de la obra de Suárez Fernández) la de Luis Suárez, Las cartas de Franco. La correspondencia desconocida que marcó el destino de España y una colección documental editada por la propia FNFF en cuatro volúmenes: Documentos inéditos para la historia del generalísmo Franco.

Por último, teniendo en cuenta precisamente los fines laudatorios de la FNFF hacia la figura del Franco y el control absoluto que han ejercido durante años sobre los documentos, tampoco es aventurado suponer que si hubiesen querido habrían podido ocultar aquellos que, a su entender, pudiesen comprometer la imagen pretendida del personaje. En un reportaje de Luis Gomez "El laberinto de los papeles de Franco" publicado en El Pais en septiembre de 2002, Paul Preston declaraba al respecto que "el contenido del archivo es fascinante, aunque creo que lo que era estrictamente de Franco sigue en manos de su familia".


LA POLÉMICA DE LAS SUBVENCIONES

Durante los ejercicio de 2000, 2001, 2002 y 2003 la FNFF recibió ayudas por valor de 150.000 euros del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, subvencionando gastos corrientes (mantenimientos y personal) y de inversión (nuevo equipos y material) con objeto de describir, informatizar y reproducir la totalidad de los documentos del archivo ampliando las posibilidades de consulta sobre estos duplicados. Os copio las sucesivas resoluciones publicadas en el BOE.
  1. RESOLUCIÓN de 30 de agosto de 2000
  2. RESOLUCIÓN de 30 de agosto de 2000
  3. RESOLUCIÓN de 2 agosto de 2001
  4. RESOLUCIÓN de 2 agosto de 2001
  5. RESOLUCIÓN de 31 de julio de 2002
  6. RESOLUCIÓN de 31 de julio de 2002
  7. RESOLUCIÓN de 23 de julio de 2003
  8. RESOLUCIÓN de 23 de julio de 2003
Inmediatamente saltó el escándalo. La oposición demandó explicaciones acerca del porqué se subvencionaba con dinero público a una entidad privada creada para ensalzar la memoria del Dictador y que seguía impidiendo contumazmente el acceso libre al archivo a cualquier interesado a pesar de las ayudas. En septiembre de 2003 todos los partidos de la oposición trataron que la Comisión de Cultura del Congreso instara al Gobierno a que retirara la subvención a la FNFF, pero el PP hizó valer su mayoría absoluta para rechazarlo.

¿CONSULTABLE O NO?

El caso es que, finalmente, en 2004 la FNFF entregó al Ministerio de Cultura, tal como estaba obligada, una copia de la base de datos realizada durante al descripción de los documentos y cuatro cajas con 230 rollos de microfilms (más de 150.000 fotogramas) . Inicialmente esta copia en microfilm pudo consultarse durante unos meses en la Sala de Investigadores del Archivo Histórico Nacional, en Madrid, pero en la actualidad dicho reproducción ha sido destinada al Centro Documental de la Memoria Histórica, en Salamanca, y no es probable sea consultable otra vez antes de que abra sus puertas en 2012.

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